La prostatectomía radical es un procedimiento quirúrgico que implica la extirpación total de la glándula prostática y las vesículas seminales. Esta intervención es recomendada para aquellos hombres con cáncer de próstata de riesgo intermedio o alto, siempre que el cáncer no se haya extendido a otras partes del cuerpo.
Tipos de Prostatectomía
Tradicionalmente, la prostatectomía radical se realizaba a través de una incisión en la parte inferior del abdomen o el perineo, un procedimiento conocido como prostatectomía radical abierta. Sin embargo, en la actualidad, la prostatectomía radical laparoscópica asistida por robot ha ganado popularidad, especialmente en los Estados Unidos. En este enfoque moderno, el cirujano utiliza pequeñas incisiones para introducir los brazos de un robot quirúrgico, que es controlado por el cirujano para realizar la operación con precisión.
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Beneficios de la Cirugía Asistida por Robot
En comparación con la cirugía abierta, la técnica asistida por robot presenta varias ventajas:
Menor pérdida de sangre.
Menor dolor postoperatorio.
Menor riesgo de complicaciones a corto plazo.
Tasa de curación del cáncer similar a la de la cirugía abierta.
No obstante, la recuperación de la función urinaria y sexual después de la cirugía depende en gran medida de la habilidad del cirujano y del estado de salud general del paciente, más que del método quirúrgico utilizado.
En este sentido que recomendamos leer el siguiente artículo que hemos preparado ¿Afecta el Cáncer de Próstata la vida sexual? para conocer más sobre mitos y realidades alrededor del cáncer de próstata y la vida sexual.
Recuperación Postoperatoria
Independientemente del tipo de cirugía, los pacientes suelen pasar una noche en el hospital y regresar a casa con un catéter en la vejiga durante un periodo de 7 a 14 días, para facilitar el drenaje de la orina.
Seguimiento y Tratamientos Posteriores
Después de la cirugía, un patólogo examinará las células extraídas para determinar el grado final del cáncer y su extensión. Es fundamental solicitar una copia del informe patológico y discutir los resultados con el médico. Si se detectan márgenes positivos (es decir, si queda algo de cáncer), es posible que se requieran tratamientos adicionales.
Entre 6 y 8 semanas después de la cirugía, se realizará un seguimiento del nivel de PSA (Antígeno Prostático Específico). Dependiendo de los resultados y el informe patológico, el médico podrá sugerir radioterapia o terapia hormonal como tratamientos complementarios.
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