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Microbiota y cáncer de próstata: implicaciones y perspectivas terapéuticas

  • Foto del escritor: Doctor Juan Carlos Galvis
    Doctor Juan Carlos Galvis
  • 24 jun
  • 6 Min. de lectura

El cáncer de próstata es la neoplasia maligna más frecuente en varones después del cáncer de piel y representa una de las principales causas de muerte relacionada con cáncer en la población masculina a nivel mundial. Recientemente, ha cobrado interés el posible papel de la microbiota (tanto intestinal como genitourinaria) en la carcinogénesis y en la modulación de la eficacia de tratamientos oncológicos. Aunque en otros tumores sólidos y hematológicos se ha descrito la influencia del microbioma sobre la respuesta a quimioterapia, inmunoterapia y terapias dirigidas, en el caso concreto del cáncer de próstata los datos aún son escasos y emergentes.


Este artículo tiene como objetivo ofrecer al lector (pacientes, familiares y profesionales de la salud) una visión basada en la evidencia sobre:


  1. ¿Qué se sabe actualmente sobre la relación entre microbiota y cáncer de próstata?

  2. Mecanismos propuestos de interacción (inflamación crónica, metabolitos microbianos, ejes intestino-próstata).

  3. Influencia potencial del microbioma en la respuesta a tratamientos convencionales.

  4. Perspectivas terapéuticas o preventivas basadas en modulaciones de la microbiota.

  5. Limitaciones de la evidencia y líneas futuras de investigación.



¿Qué es la microbiota y por qué interesa en oncología?



La microbiota se refiere al conjunto de microorganismos (bacterias, virus, hongos, etc.) que coexisten en diversos nichos del cuerpo humano, principalmente intestino y tracto genitourinario. Existen múltiples estudios en tumorología que muestran que la composición y diversidad microbiana pueden influir en la carcinogénesis, así como en la eficacia y toxicidad de diferentes tratamientos oncológicos (quimioterapia, inmunoterapia, terapias dirigidas).

  • Carcinogénesis y microbiota: se ha observado que ciertas bacterias pueden inducir inflamación crónica, dañar el ADN o producir metabolitos procarcinogénicos.

  • Modulación de tratamientos: el microbioma intestinal puede alterar la metabolización de fármacos, la activación de inmunidad antitumoral o la inflamación sistémica, afectando la tolerancia y eficacia de quimioterapia e inmunoterapia.

  • Biomarcadores y diagnóstico: en algunas neoplasias, perfiles microbianos específicos han mostrado valor como marcadores no invasivos de riesgo o de respuesta terapéutica.



Evidencia actual en cáncer de próstata


Papel de la microbiota en la carcinogénesis prostática

Hasta la fecha, las investigaciones específicas sobre microbiota y cáncer de próstata son limitadas. Sin embargo:

  • Inflamación prostática crónica: se ha hipotetizado que la colonización o disbiosis del tracto genitourinario (incluyendo la próstata) puede generar inflamación persistente, un factor de riesgo bien reconocido en carcinogénesis prostática. Estudios iniciales sugieren que la microbiota urinaria/prostática podría diferir en pacientes con cáncer de próstata comparados con controles sanos, aunque hacen falta diseños longitudinales para establecer causalidad directa.

  • Eje intestino-próstata: aunque el intestino y la próstata no están en contacto directo, cambios en la microbiota intestinal (debidos a dieta, antibióticos u otros factores) pueden influir en niveles hormonales o en el estado inflamatorio sistémico, modulando indirectamente el microambiente prostático. La investigación en otros tumores digestivos indica que metabolitos bacterianos (por ejemplo, ácidos grasos de cadena corta) pueden tener efectos sistémicos sobre la respuesta inmune u hormonas, plausiblemente relevantes en cáncer de próstata.

  • Datos en humanos: hasta el momento, la mayoría de datos provienen de estudios de corte transversal comparando microbiomas de pacientes con y sin cáncer de próstata. Estos muestran diferencias en diversidad y abundancia de ciertos géneros microbianos, pero la heterogeneidad metodológica y el pequeño tamaño de las cohortes limitan conclusiones firmes.


Microbioma genitourinario y cáncer de próstata


  • Microbiota de la orina y próstata: estudios recientes han detectado presencia de ADN bacteriano en tejido prostático, sugiriendo que la “antigua” idea de orina estéril no es totalmente cierta. Pueden existir microorganismos capaces de ascender al tejido prostático, generando microinflamación crónica que favorezca carcinogénesis.

  • Estudios observacionales: se han identificado asociaciones entre presencia de ciertos patógenos o cambios en la composición bacteriana urinaria y mayor riesgo o estadios más avanzados de cáncer prostático. No obstante, se requiere validación en estudios prospectivos y controlar confusores (edad, hábitos, comorbilidades).



Microbiota y respuesta a tratamientos en cáncer de próstata



Aunque los datos específicos en cáncer de próstata son aún preliminares:

  • Modulación de hormonterapia: algunos metabolitos microbianos pueden alterar metabolismo de hormonas sexuales o vías relacionadas, lo que podría impactar en la eficacia de terapias de privación androgénica. Sin embargo, faltan estudios clínicos sólidos que confirmen esta relación en pacientes prostáticos.

  • Quimioterapia e inmunoterapia: en tumores genitourinarios distintos (por ejemplo, cáncer de vejiga), se ha demostrado que la microbiota intestinal influye en respuesta a inmunoterapia. Dado que en cáncer avanzado de próstata se estudian combinaciones con inmunoterápicos, es plausible que el microbioma intestinal modifique respuesta, aunque faltan ensayos específicos en próstata para validar esta hipótesis.

  • Efectos adversos: la disbiosis intestinal podría incrementar toxicidad gastrointestinal o sistémica de ciertos tratamientos; equilibrar la microbiota podría mejorar tolerancia, pero se requieren ensayos controlados.


Perspectivas terapéuticas basadas en microbiota

Aunque en cáncer de próstata no existen aún guías clínicas que recomienden modulaciones de microbiota como parte del tratamiento estándar, se plantean varios enfoques exploratorios:

  1. Intervenciones dietéticas: dietas ricas en fibra, polifenoles y otros prebióticos podrían favorecer una microbiota intestinal beneficiosa, con potencial de modulaciones sistémicas antiinflamatorias. Estudios en salud prostática sugieren beneficios de patrones dietéticos saludables, aunque la relación directa con microbiota en cáncer de próstata está en investigación inicial mdpi.com.

  2. Probióticos y simbióticos: uso de cepas específicas para restaurar equilibrio microbiano; en otros contextos oncológicos se estudian para reducir efectos adversos de quimio o modulaciones inmunitarias. En próstata, aún no hay ensayos clínicos claros que respalden su uso dirigido, pero se considera un área de futuro estudio.

  3. Antibióticos y moduladores de disbiosis: tratamientos antibióticos podrían alterar negativamente la diversidad microbiana; se investiga si evitar exposiciones innecesarias podría proteger la microbiota y, de manera indirecta, influir en la evolución de la enfermedad.

  4. Trasplante de microbiota fecal (FMT): en otros cánceres con inmunoterapia se explora para “reprogramar” la respuesta inmune. En cáncer de próstata, se encuentra en fase muy temprana, con estudios preclínicos o en tumores afines que podrían sentar precedente.

  5. Biomarcadores diagnósticos y de pronóstico: perfiles de microbiota urinaria o intestinal podrían servir para estratificar riesgo o predecir respuesta a tratamientos futuros. Es necesaria validación en cohortes grandes y multicéntricas.


Limitaciones y líneas futuras de investigación

  • Escasez de estudios longitudinales: la mayoría de análisis en cáncer de próstata son transversales; faltan cohortes prospectivas que midan microbiota antes de aparición de enfermedad y durante su evolución, para establecer causalidad.

  • Heterogeneidad metodológica: variabilidad en técnicas de muestreo (orina, muestra prostática, heces), plataformas de secuenciación y análisis bioinformático dificulta comparaciones entre estudios.

  • Confusores y factores de estilo de vida: edad, dieta, uso de antibióticos, comorbilidades (diabetes, obesidad) pueden influir en microbiota y en riesgo de cáncer, por lo que deben controlarse adecuadamente en futuros estudios.

  • Necesidad de ensayos clínicos: para evaluar intervenciones dietéticas, probióticos o modulaciones de microbiota en combinación con tratamientos prostáticos, se requieren ensayos diseñados para determinar beneficios clínicos reales.

  • Colaboración multidisciplinaria: la investigación en esta área requiere oncólogos, urólogos, microbiólogos, inmunólogos y especialistas en bioinformática trabajando en conjunto para traducir hallazgos a aplicaciones clínicas.


Actualmente, la evidencia sugiere un papel potencial de la microbiota –tanto genitourinaria como intestinal– en la carcinogénesis prostática y en la modulación de la respuesta a tratamientos, pero los datos son preliminares y no se dispone de recomendaciones clínicas específicas basadas en microbioma para cáncer de próstata. No obstante:


  • Para pacientes y población general: adoptar patrones dietéticos saludables, evitar uso indiscriminado de antibióticos y mantener un estilo de vida balanceado puede contribuir a una microbiota más diversa, con potenciales beneficios para la salud global y, de manera indirecta, para la salud prostática.

  • Para profesionales de salud: estar al tanto de la literatura emergente sobre microbioma y cáncer de próstata, participar en estudios o ensayos si es posible, y considerar la recolección de muestras de microbiota en protocolos de investigación clínica.

  • Para investigadores: diseñar estudios prospectivos y ensayos clínicos que evalúen intervenciones destinadas a modular la microbiota en pacientes con cáncer de próstata, controlando criterios clínicos y factores de confusión.


En definitiva, el campo de la microbiota y cáncer de próstata es prometedor pero aún incipiente. Se requiere investigación robusta para traducir hallazgos en estrategias preventivas o terapéuticas concretas. Mientras tanto, promover hábitos de vida saludables continúa siendo la recomendación general de base.


Referencia principal citada Rizzo A, Santoni M, Mollica V, Fiorentino M, Brandi G, Massari F. Microbiota and prostate cancer. Semin Cancer Biol. 2022 Nov;86(Pt 3):1058-1065. doi:10.1016/j.semcancer.2021.09.007 pubmed.ncbi.nlm.nih.gov.

Otras referencias adicionales

  • Revisión sobre microbioma: Kim SJ, Park M, Choi A, Yoo S. Microbiome and Prostate Cancer: Emerging Diagnostic and Therapeutic Opportunities. Pharmaceuticals. 2024;17(1):112. mdpi.com.

  • Estudios observacionales de microbiota intestinal en cáncer de próstata: revisión sistemática mostrando disbiosis en pacientes vs controles bmccancer.biomedcentral.com.



 
 
 

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