El cáncer de próstata es una de las enfermedades más comunes entre los hombres, con casi 1.5 millones de diagnósticos anuales. Una gran proporción de estos casos corresponden a pacientes con cáncer de bajo o intermedio riesgo, quienes pueden beneficiarse significativamente de tratamientos como la radioterapia. En este contexto, un estudio reciente publicado en The New England Journal of Medicine evaluó la eficacia de la radioterapia corporal estereotáctica (SBRT) como una alternativa al tratamiento convencional.
¿Por qué estudiar la SBRT?
La radioterapia moderadamente hipofraccionada, que utiliza dosis más altas en menos sesiones, ha demostrado ser tan efectiva como los tratamientos convencionales en términos de prevención de recaídas. Sin embargo, la SBRT lleva este concepto más allá, administrando radioterapia en ultrafracciones con gran precisión. La pregunta clave de este ensayo era si la SBRT podría ser igual de eficaz para prevenir recurrencias en comparación con las terapias tradicionales.
¿Cómo se realizó el ensayo?
El ensayo clínico, de fase 3, incluyó a 874 hombres con cáncer de próstata localizado de bajo o intermedio riesgo, quienes no requerían terapia hormonal. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a dos grupos: uno recibió SBRT y el otro control radioterápico (CRT).
Características principales de los participantes:
Edad promedio: 69.8 años.
Estado clínico: Etapas T1 o T2 del cáncer de próstata, con adenocarcinoma confirmado.
Riesgo: Bajo o intermedio según los criterios del National Comprehensive Cancer Network.
El tratamiento se administró en 38 centros internacionales ubicados en Canadá, Irlanda y el Reino Unido, bajo un diseño abierto y controlado.
Resultados Principales
A cinco años de seguimiento, la SBRT fue no inferior a la CRT en términos de mantener la libertad de fallo bioquímico o clínico. Los resultados fueron los siguientes:
Libertad de fallo bioquímico o clínico:
SBRT: 95.8%
CRT: 94.6%
Aunque ambos métodos mostraron eficacia similar, los pacientes tratados con SBRT presentaron una incidencia acumulada más alta de efectos adversos genitourinarios de grado 2 o superior (27% frente a 18%). En contraste, los efectos gastrointestinales graves fueron comparables entre los grupos (10.7% para SBRT frente a 10.2% para CRT).
Duración del tratamiento:La SBRT se completó en 1 o 2 semanas, mientras que la CRT requirió entre 4 y 7.5 semanas, dependiendo del régimen utilizado.
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Limitaciones del estudio
Este ensayo presentó ciertas limitaciones, como la alta proporción de participantes blancos (87%), lo que restringe la aplicabilidad de los resultados a otras poblaciones. Además, no se evaluó si algunos pacientes podrían haber optado por vigilancia activa en lugar de tratamiento, ya que estudios previos han mostrado que el tratamiento no siempre mejora la supervivencia global en ciertos casos de cáncer de próstata localizado.
¿Qué aprendizaje deja el estudio?
La SBRT demostró ser una alternativa válida y eficaz para pacientes con cáncer de próstata localizado de bajo o intermedio riesgo. Su capacidad para administrar el tratamiento en un tiempo significativamente menor sin comprometer los resultados clínicos podría representar un avance importante en la atención de estos pacientes. Sin embargo, es necesario realizar más estudios para evaluar su eficacia en poblaciones de mayor riesgo y en diferentes contextos demográficos.
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Un Experto en la materia: El Dr. Juan Carlos Galvis
El Dr. Juan Carlos Galvis, especialista internacionalmente reconocido en radioterapia corporal estereotáctica (SBRT), ha dedicado su carrera a desarrollar tratamientos innovadores y altamente efectivos para el cáncer de próstata. Su enfoque se centra en terapias no invasivas, ofreciendo a los pacientes la posibilidad de tratar la enfermedad en solo cinco sesiones, con gran precisión y mínimos efectos secundarios. Su experiencia y conocimiento posicionan al Dr. Galvis como una referencia clave en este tipo de terapias avanzadas.
En su práctica, el Dr. Galvis utiliza las últimas tecnologías disponibles para garantizar que los pacientes reciban un tratamiento de máxima calidad, sin la necesidad de recurrir a cirugías invasivas. Este enfoque permite una rápida recuperación y mejora la calidad de vida de quienes enfrentan un diagnóstico de cáncer de próstata.
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