Hoy quiero compartir una reflexión importante sobre un tema con el que me enfrento todos los días en mi práctica clínica: la clasificación del cáncer de próstata. Este sistema de clasificación es clave para determinar el tratamiento adecuado, pero también es un área que requiere actualización y mejora constante para lograr una medicina de precisión.
El Sistema de Gleason: Una herramienta clásica

Actualmente, la clasificación que seguimos utilizando está basada en estudios realizados en 1967 por el Dr. Gleason. Este investigador desarrolló un sistema de puntaje que categoriza las células cancerosas según su apariencia:
A las células más "bonitas" se les asigna un puntaje de 2.
A las células más "feas" se les asigna un puntaje de 5.

El sistema de Gleason mostró tener cierta utilidad para pronosticar la evolución del cáncer, pero este enfoque presenta limitaciones significativas en el contexto de la medicina moderna. Una de las principales críticas es que este sistema no mide directamente la mortalidad ni la probabilidad de metástasis, sino que se centra en la "falla bioquímica". Este concepto no es un desenlace fuerte desde el punto de vista oncológico, ya que no refleja directamente la supervivencia de los pacientes.

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Las Limitaciones del sistema tradicional
El problema con seguir utilizando esta clasificación radica en el riesgo de sobretratar o subtratar a los pacientes. Esto se traduce en tratamientos innecesarios que pueden afectar la calidad de vida del paciente o, en otros casos, en la insuficiencia de tratamiento para aquellos con mayor riesgo. Por ello, es crucial adoptar nuevas herramientas y enfoques que nos permitan personalizar el tratamiento según las características únicas de cada paciente.
Clasificadores Genómicos: Una nueva era en la oncología

En las últimas décadas, han surgido nuevas formas de clasificar los tumores, entre las que destacan los clasificadores genómicos. Estas herramientas avanzadas nos ofrecen información más precisa y nos ayudan a pronosticar la evolución del cáncer de próstata. Uno de estos clasificadores es Decipher, una prueba basada en la expresión de 22 genes. Si un paciente presenta una sobreexpresión de estos genes, significa que existe un mayor riesgo de que el cáncer se extienda fuera de la próstata.

Lo más importante es que Decipher ha sido validado en numerosos estudios y sí logra pronosticar metástasis y supervivencia. Esto lo convierte en una herramienta superior al sistema tradicional de Gleason, ya que proporciona información crítica para tomar decisiones terapéuticas.
Inteligencia Artificial: Artera, un enfoque predictivo

Otra herramienta innovadora que está cambiando la manera en que abordamos el cáncer de próstata es Artera AI, un modelo basado en inteligencia artificial y patología digital.
Este sistema no solo es pronóstico, sino también predictivo. Esto significa que no solo estima la probabilidad de metástasis en un horizonte de 5 a 10 años, sino que también ayuda a determinar qué tipo de tratamiento es más efectivo para cada paciente.
Por ejemplo, Artera puede predecir si un paciente se beneficiará del bloqueo hormonal y evaluar la necesidad de este tratamiento. Esto marca un cambio significativo respecto al modelo tradicional, en el que todos los pacientes eran tratados de manera uniforme.
Hoy, gracias a la inteligencia artificial, podemos clasificar los tumores según las características individuales del paciente, lo que permite un enfoque mucho más preciso y efectivo.

Hacia una medicina de precisión
La adopción de estas herramientas modernas nos permite avanzar hacia una medicina de precisión, en la que el tratamiento se adapta a las necesidades específicas de cada paciente. Este enfoque no solo mejora los resultados clínicos, sino que también reduce los efectos secundarios innecesarios asociados con tratamientos que no son adecuados para ciertos pacientes.
Sin duda alguna; hemos avanzado significativamente desde el sistema de Gleason desarrollado en 1967. Aunque fue una herramienta útil en su momento, hoy contamos con clasificadores genómicos como Decipher e innovaciones basadas en inteligencia artificial como Artera, que nos permiten tomar decisiones más informadas y ofrecer un tratamiento personalizado. Estas herramientas representan el futuro del manejo del cáncer de próstata y son esenciales para garantizar una mejor calidad de vida para nuestros pacientes.
Espero que esta información les sea útil y los invito a seguir explorando los avances en la clasificación y tratamiento del cáncer de próstata.
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