Qué preguntar al médico cuando el PSA sube después de la prostatectomía

Cuando un control de laboratorio muestra que el PSA ha vuelto a subir después de una prostatectomía radical, es normal que aparezcan ansiedad, dudas y temor. Muchos pacientes salen de la consulta con más preguntas que respuestas, no porque el médico no explique, sino porque no siempre es fácil saber qué preguntar en ese momento.

Este artículo está pensado para ayudarte a ordenar la conversación con tu médico, entender mejor tu situación y tomar decisiones informadas. Las preguntas que verás a continuación se basan en la práctica clínica actual y en la evidencia científica reciente, incluyendo estudios realizados en pacientes tratados tras la cirugía de próstata.

Te recomendamos leer: El cáncer de próstata es curable cuando se diagnostica en estadios tempranos

Antes de la consulta: una idea clave

No todos los aumentos de PSA son iguales ni requieren la misma conducta. El objetivo de la consulta no es “asustarse”, sino entender qué significa tu PSA hoy y qué opciones existen ahora, cuando todavía hay margen para actuar.

Ir preparado marca una gran diferencia.

¿Este aumento de PSA confirma una recaída o necesitamos más controles?

No siempre un único valor elevado define la situación. Pregunta:

• ¿Se trata de un aumento aislado o de una tendencia sostenida?

• ¿Conviene repetir el PSA en un intervalo corto?

• ¿Qué valor considera preocupante en mi caso concreto?

👉 Esta pregunta te ayuda a entender si estás ante una señal temprana o si aún se requiere confirmación.

Te recomendamos leer: Tratamiento Cáncer de Próstata sin cirugía

¿En qué punto estoy: vigilancia o tratamiento?

Una de las decisiones más importantes es saber si conviene actuar ahora o seguir observando. Puedes preguntar:

• ¿Estoy en una etapa en la que aún se puede esperar?

• ¿Qué riesgos tiene esperar en mi situación?

• ¿Qué ganaría y qué perdería si actuamos ahora?

👉 El objetivo es comprender el impacto del tiempo en tu pronóstico, no solo el valor numérico del PSA.

¿Cuál es el mejor momento para un tratamiento de rescate?

El momento del rescate es clave. Pregunta directamente:

• ¿Mi PSA está en un rango temprano, ultratemprano o tardío?

• ¿Qué resultados se obtienen cuando se trata con PSA bajo?

• ¿Estoy a tiempo de un tratamiento menos agresivo?

👉 Esta conversación es fundamental porque tratar temprano puede cambiar el tipo de tratamiento necesario y su impacto en la calidad de vida.

¿Qué opciones de tratamiento existen en mi caso?

No todos los pacientes necesitan lo mismo. Es válido preguntar:

• ¿La radioterapia de rescate es una opción para mí?

• ¿Se trataría solo el lecho prostático o también los ganglios?

• ¿Existen técnicas más precisas o tratamientos más cortos?

👉 Aquí no se trata de elegir por tu cuenta, sino de entender el abanico de posibilidades.

¿Voy a necesitar terapia hormonal (bloqueo hormonal)?

Esta es una de las preguntas que más preocupa a los pacientes, y con razón. Puedes plantear:

• ¿La terapia hormonal es realmente necesaria en mi caso?

• ¿Se puede evitar si se actúa ahora?

• ¿Por cuánto tiempo se indicaría si fuera necesaria?

👉 En muchos casos, actuar a tiempo puede reducir o evitar la hormonoterapia, con un impacto directo en bienestar físico y emocional.

¿Cómo puede afectar el tratamiento a mi calidad de vida?

Más allá de controlar la enfermedad, es clave saber cómo te sentirás. Pregunta sobre:

• Continencia urinaria

• Función intestinal

• Función sexual

• Energía y estado general

¿Qué estudios adicionales podrían ser útiles ahora?

Dependiendo del PSA y de tu historia clínica, puedes preguntar:

• ¿Tiene sentido realizar estudios de imagen en este momento?

• ¿Un PET PSMA aportaría información útil ahora o más adelante?

• ¿Cambiaría el tratamiento según los resultados?

👉 No siempre más estudios es mejor, pero hacerlos en el momento adecuado sí lo es.

👉 Una buena consulta no solo habla de eficacia, sino también de cómo vivirás

durante y después del tratamiento.

¿Qué pasaría si decido no tratarme ahora?

Esta pregunta ayuda a poner todo en perspectiva:

• ¿Qué riesgos asumo si decido esperar?

• ¿Qué señales indicarían que ya no conviene seguir esperando?

• ¿Podría perder oportunidades de tratamiento si demoro demasiado?

  
  

👉 Entender el “escenario de no hacer nada” te permite decidir con mayor claridad.

¿Quién debería formar parte de mi equipo médico en esta etapa?

En esta fase, el enfoque suele ser multidisciplinario. Puedes preguntar:

• ¿Conviene que me evalúe un radioterapeuta oncológico?

• ¿Debería coordinarse con mi urólogo?

• ¿Quién seguirá mi caso a largo plazo?

👉 Un buen manejo suele involucrar más de una mirada especializada.

¿Qué puedo hacer yo como paciente a partir de ahora?

Finalmente, una pregunta que empodera:

• ¿Cada cuánto debo controlar el PSA?

• ¿Qué síntomas debo vigilar?

• ¿Qué hábitos o cuidados pueden ayudarme en este proceso?

👉 Esta pregunta te devuelve un rol activo en tu tratamiento y seguimiento.

Un mensaje para pacientes y familiares

Cuando el PSA sube después de una prostatectomía, no estás obligado a decidir todo en una sola consulta, pero sí es importante hacer las preguntas correctas desde el inicio.

Prepararte para la conversación con tu médico te permite:

• entender mejor tu situación,

• evitar decisiones apresuradas,

• y aprovechar oportunidades de tratamiento temprano que pueden marcar la diferencia.

La información clara no quita el miedo, pero devuelve control y perspectiva, y eso es clave en cualquier proceso oncológico.

Pedir una cita con el Doctor Galvis